martes, 29 de septiembre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

EL QUINCHONCHO (GANDULE) REY DE LOS GRANOS

Si les decimos que les vamos a hablar del CAJANUS CAJAN, muchos se quedarán en la luna. Pero si les decimos que hablaremos del QUINCHONCHO o GANDULE, entonces la mayoría nos entenderá. Bueno, el primer nombre es la denominación científica que tiene este arbusto y los otros dos son los nombres populares con los cuales se conoce en muchos pueblos de América del Sur y el Caribe.
Pero lo importante de este arbusto leguminoso, no son los nombres que tiene, sino la importancia que representa para la alimentación de los humanos y de los animales. A pesar de sus nombres feos, este ser nos proporciona hierro, calcio, fósforo, proteinas y fibras, entre otros. Tanto es así, que un plato de sopa de Quinchoncho o Gandule, equivale a las proteínas de dos bisteck de vaca.
Con razón le dicen el Rey de los granos. Una investigación de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, en Venezuela, Sur América, nos dice que además de todo lo señalado anteriormente, las hojas de este arbusto, en inhalación, sirven para tratar la sinusitis y la rinitis. Los cogollos tiernos de la planta, en cataplasma, son excelentes para el reumatismo y tomado como infusión es recomendable para el tratamiento de la tos crónica, cálculos en la vejiga y en la retención de orina.
Y si como eso fuera poco, de este arbusto se fabrican atoles, compotas, hamburguesas vegetarianas y con el follaje se fabrican harinas para alimentar animales tales como vacas, cerdos, chivos, caballos, entre otros.
Así que de ahora en adelante, si quieren tener buena salud, desde De Puerta En Puerta les decimos...COMAN QUINCHONCHO...y a los productores del campo les aconsejamos...SIEMBREN QUINCHONCHO...

lunes, 14 de septiembre de 2009

PERIODISMO: ¿LO MALO ES LA NOTICIA?

Me considero un periodista veterano. Mis 36 años de ejercicio profesional creo que me dan la base para enviar a mis colegas y a los directivos y dueños de medios de comunicación en el mundo, un mensaje sobre la ética periodística y el manejo que se está haciendo de los medios, hoy en día.
Cuando se lee un periódico, se escucha una emisora o se ve un canal de televisión, surge una pregunta obligatoria: ¿En el periodismo que hoy se ejerce, LO MALO ES LA NOTICIA?. Y la respuesta parece ser positiva. Si, hoy lo malo es la noticia. Lo negativo es lo que se promueve, lo que se destaca, lo que se cubre en primeras páginas y en los encabezados de los noticieros de radio y de televisión.
Aunque una de las responsabilidades del periodismo, es comunicar y denunciar las fallas y los errores que se producen en una comunidad, ciudad, pais, continente o en el planeta entero, para que se corrijan, eso no quiere decir que lo bueno que ocurra, deba echarse a un lado, como efectivamente se está echando. Lo malo se maximiza y lo bueno se minimiza.
Pero todo eso ocurre, porque los medios de comunicación, en el mundo, solamente están defendiendo sus intereses y los intereses de sus allegados. La ética periodística se ha quedado en las aulas de las universidades y el llamado Cuarto Poder, está siendo mal utilizado y ese mal uso está dañando a la integridad de las personas naturales, de las instituciones y de los organismos de todo el planeta.
Colegas, directivos y dueños de medios, no es justo lo que están haciendo, no podemos utilizar el poder de un medio de comunicación para destruir. Ese poder debe ser utilizado para construir, para educar, para divertir, para informar y también para llamar la atención y corregir errores cometidos por instituciones y organismos, pero de manera comedida.
En virtud de eso, desde DE PUERTA EN PUERTA, los exhorto para que revisemos nuestra ética periodística y busquemos un equilibrio, para destacar tanto la noticia buena como la mala, como debe ser, para rescatar la buena imagen de los medios y de los periodistas.
Los receptores del mensaje comunicativo merecen respeto. No se les puede estar engañando con triquiñuelas y con mentiras. Los pueblos del mundo se orientan a través de los medios de comunicación y forman sus opiniones con base a lo que lean en los periódicos, a lo que escuchen en las radioemisoras y a lo que vean y oigan en los canales de la televisión.
Los pueblos se formarán de la educación que reciban sus hombres y mujeres en sus hogares, en sus escuelas, en sus universidades e indudablemente, de la información que reciban de los medios de comunicación social. Si un medio acostumbra a un pueblo a recibir información negativa, alarmante y estresante, ese pueblo se levantará y se formará con un pensamiento negativo, estará alarmado, estresado y ese pueblo, junto al país, se encaminará hacia el abismo.
Así que colegas, directivos y dueños de medios... ¡Reflexionemos sobre la ética periodística y la gran responsabilidad que tenemos en la formación de nuestros pueblos en todo el mundo! ¡Defendamos nuestros intereses!; pero no destruyendo la mente de nuestros receptores. ¡Ellos merecen respeto!

jueves, 10 de septiembre de 2009

El último adios...

Un pequeño homenaje a las victimas...